El 2022 está siendo, tal y como preveíamos, un año muy dinámico para el sector inmologístico en nuestro país. Los inversores consideran que estos activos son inversiones rentables y estables a largo plazo. Además, tal y como asegura Jorge Pomar, codirector de Inmoking, la inflación va a hacer que se revisen al alza las rentas de todos los operadores.
En este contexto, es necesario analizar los datos del presente y mirar al futuro más cercano para tratar de descifrar cuáles van a ser las demandas más importantes por parte de los inversores. Las analizamos una a una, a continuación.
Más espacio y mejores comunicaciones
Empezamos por los efectos que el auge del comercio electrónico ha tenido sobre el mercado inmologístico. En este sentido, los activos de última milla y los de tamaño XXL están resultando ser los más interesantes. La intención es contratar naves con una mejor comunicación, con fácil acceso a los núcleos urbanos pero lo suficientemente apartadas para evitar atascos. Un mayor número de muelles para incrementar las operaciones es también un factor de relevancia.
Asimismo, la necesidad de ampliar el stock a causa de la crisis actual de suministro se va a dejar sentir también en las demandas de los operadores y usuarios finales.
La flexibilidad y la adaptabilidad
Por los mismos motivos que ya hemos comentado (la crisis de la COVID-19 y el conflicto de Ucrania), los nuevos inmuebles deben tener la capacidad de adaptarse al entorno y al momento. Se centran los esfuerzos, por lo tanto, en construir activos que den respuesta a decisiones cada vez más integrales y urgentes.
Una premisa que se consolida es la de adaptar el inmueble al proceso productivo en cuestión, y no al revés. La geometría variable y los ratios de ocupación bajos (inferiores al 50 %) son clave para lograr la total adaptación a las demandas del cliente.
La digitalización
Aparte, no cabe duda de que los edificios de hoy han de estar equipados con la última tecnología. La implementación de los nuevos sistemas debe ir encaminada, en todo caso, a alcanzar la máxima rentabilidad y eficiencia.
El bienestar y la seguridad de los empleados
No hay que olvidar que el bienestar de los empleados es algo que se valora cada vez más. No solo por razones de salud y prevención de riesgos, sino también para garantizar la fidelización de la plantilla. En consecuencia, es algo que se debe tener en cuenta a la hora de diseñar los nuevos edificios.
Son tendencia, por ejemplo, la mejora de la acústica y la iluminación, la instalación de fuentes de agua y la planificación de espacios más agradables, tanto de paso como de estancia.
La sostenibilidad, un valor creciente
Finalmente, no podemos cerrar esta lista de tendencias en el sector inmologístico español sin hablar de la sostenibilidad. De hecho, la demanda de naves ‘verdes’ se prevé que se multiplique en los próximos años. Y los inmuebles que no cumplan las características esperadas verán cómo se reduce paulatinamente su valor.
El reto aquí es tener la capacidad de diseñar y construir naves logísticas con prestaciones de sostenibilidad de la máxima calidad:
- Certificaciones BREEAM.
- Sistemas de autoconsumo energético.
- Puntos de carga de vehículos eléctricos.
- Sistemas lumínicos de bajo consumo.
Estas son, en definitiva, las tendencias más importantes que han terminado por convertirse en realidad en el sector inmologístico español y que, sin duda, marcarán el futuro más cercano en lo que a oferta y demanda se refiere.