La inversión inmobiliaria está alcanzando nuevos modelos de negocio. La transformación digital ha llegado a todas las empresas y algunos de sus exponentes económicos se extienden a otros campos. De esta forma el Crowdfunding se establece como una herramienta más de la inversión inmobiliaria.
El Crowdfundig o Micromecenazgo es una fórmula que permite mediante pequeñas aportaciones de capital, una fianza colaborativa para aglutinar una cantidad de dinero importante. Muchas empresas Startups han utilizado este sistema para conseguir financiación para emprender.
Ahora esta revolución está adquiriéndose en el campo inmobiliario. Ser mileurista y poder permitirse invertir en el sector inmobiliario sin endeudarse empieza a ser una opción. Ya no se trata de un coto privado para bancos, promotores, constructores e inmobiliarias, aunque es de lógica que éstos seguirán dominando el sector por su mayor poder adquisitivo. En España la primera empresa que ha iniciado esta nueva forma de inversión ha conseguido sumar 6.089 pequeños inversores para financiar una treintena de proyectos.
¿Cómo funciona este sistema?
El usuario entra en la plataforma inmobiliaria y se registra para lo que se le pide cierta documentación y en base a ella, una entidad de pago externa le abre una cuenta corriente a la que trasferir el dinero. El usuario ha abierto un acceso a un área privada y en esta área es dónde se le muestran los proyectos para invertir con la información de interés de cada uno de estos proyectos. Dentro de la información desplegada en cada proyecto podemos encontrar la rentabilidad estimada así como los plazos en los que está previsto comprar, rehabilitar, alquilar o vender el inmueble seleccionado. La aplicación se complemente con una herramienta Big data que le permite comprobar los precios de tasación o rentas que se pagan de alquiler de otros inmuebles análogos y poder hacer así una comparativa.
El usuario puede invertir desde 50 euros hasta un tope de 3000 euros en cada uno de los proyectos seleccionados. Cuando el inmueble sea vendido o alquilado el inversor recibirá mensualmente un dividendo proporcional a la cantidad invertida y un extra de dividendos por plusvalía.
¿Qué pasa si el proyecto no llega a materializarse? Las plataformas de equity crowdfunding están obligadas a someterse a la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para su control. Algunas plataformas garantizan la recuperación de la inversión pero indican que siempre existe un riesgo.