El coworking, oficinas colaborativas que se consolidan

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Reducir costes sigue siendo el principal objetivo que persiguen las empresas o autónomos que deciden compartir una oficina o espacio de trabajo, pero no es el único. El coworking es mucho más, es un sistema de colaboración entre diferentes negocios que permite aumentar las sinergias, fomentar el aprendizaje continuo, acceder a una amplia red de contactos e incluso compartir ideas para analizar posibles resultados.

Es decir, las oficinas compartidas ya no son solo despachos independientes con una administración común. Las nuevas tendencias en coworking pasan por la colaboración interempresarial. Por eso, en cuanto a diseño, los nuevos espacios coworking incluyen amplias salas de reuniones en las que realizar dinámicas de grupo y brainstorming entre todos los profesionales o empresas instaladas en el recinto.

Además, cobra protagonismo la figura de un gestor del espacio que impulse esa colaboración entre las empresas. Esta persona es la encargada de organizar talleres o sesiones de coaching para ayudar a los inquilinos de estos espacios a impulsar su proyección empresarial y, sobre todo, a conocerse entre ellos para enfocar posibles colaboraciones y sinergias.

Las grandes capitales españolas, Madrid y Barcelona, especialmente, son las que primero han apostado por este nuevo modelo de oficina compartida, aunque aún están lejos de alcanzar los niveles de desarrollo de otros países como Alemania o Estados Unidos, que son los referentes en este sector. El modelo que se ha consolidado en estos dos países se percibe como un negocio en sí mismo, en el que los inversores que financian la puesta en marcha del espacio coworking colaboran estrechamente con los gestores del centro para ofrecer servicios añadidos a los posibles arrendatarios.

Sin embargo, además, de las accione encaminadas a fomentar la colaboración entre los distintos inquilinos, los espacios coworking deben cumplir otra serie de requisitos:

  1. Buena ubicación. Oficinas céntricas o muy bien comunicadas, que permita el fácil acceso para los posibles clientes o proveedores.
  2. Perfecta conectividad. El acceso a internet de banda ancha es fundamental para cualquier empresa. La oficina debe disponer de conexión por cable y también wifi, para que se pueda conectar cualquier tipo de dispositivo móvil.
  3. Los medios disponibles. También es importante disponer de los medios audiovisuales imprescindibles para una buena presentación de la empresa ante un cliente, tales como pantalla, proyector, sala de juntas, pizarra, etc. Así como impresora de calidad y fax.
  4. Instalaciones. Como se ha comentado, en una oficina coworking no puede faltar una sala de reuniones que permita, tanto atender a los posibles clientes como la organización de sesiones conjuntas entre las empresas que ocupan la oficina. También debería incluir una cocina y sala comedor.
  5. Los horarios. El horario permitido de acceso al recinto deber ser amplio, para que cada empresa pueda organizar su trabajo. Además, también hay que tener en cuenta el horario de recepción y de la centralita común.