El suelo recupera su valor en España. Tras los años de crisis en los que los solares urbanos quedaban abandonados sin posible comprador, la mejora de la economía española atrae a inversores internacionales que ven posibilidades de negocio inmobiliario. Los fondos extranjeros y las socimis han incrementado sus operaciones en las principales capitales españolas, lo que ha despertado la demanda y, por tanto, el incremento de los precios.
El precio del metro cuadrado de suelo urbano costaba una media de 156 euros en el tercer trimestre de 2015, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Fomento. Esta cifra ya supone un importante crecimiento del 9,7%, con respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el incremento más impactante en el precio del suelo urbano se concentra en los municipios de más de 50.000 habitantes, donde el metro cuadrado ha aumentado un 58% hasta alcanzar los 331 euros.
Madrid, con un precio medio de 660 euros, se sitúa a la cabeza como la provincia más cara en cuanto a suelo urbano. Le sigue Guipúzcoa, con un precio medio de 557 euros; y Barcelona, con 539 euros. En el polo opuesto se ubican las provincias en las que, de media, resulta más barato el precio del suelo urbano. Se trata de Albacete, con 128 euros; Sevilla, 56 euros; y Cádiz, 141 euros.
La escasez de suelo disponible, unida al interés creciente por parte de fondos internacionales y socimis por operaciones en España, han facilitado aún más esos incrementos en los precios del suelo. Madrid y Barcelona concentran buena parte de los objetivos de estos operadores internacionales, por lo que son las ciudades más afectadas por las subidas. En concreto, los precios del suelo en estas capitales se han duplicado en los últimos tres años.
En el conjunto de España, según los datos de Fomento, las transacciones de compra-venta de solares crecieron un 9,8%, con un total de 4.192 operaciones. Esta evolución es un reflejo de la recuperación del sector inmobiliario en su conjunto, ya que, de las inversiones en suelo se derivan futuros proyectos tanto residenciales, como del sector terciario (locales, oficinas, etc.)
También el suelo industrial está experimentando estos procesos de aumento de la demanda, tras la recuperación de las empresas que pueden volver a invertir parte de sus recursos en mejorar o ampliar sus instalaciones.