Son muchos los aspectos que cambian con la situación excepcional que provoca la crisis del Covid-19. Uno de ellos es la manera en la que han cambiado los espacios de coworking, una apuesta cada vez más frecuente por las empresas como medida de sustitución de las oficinas tradicionales.
Espacio de coworking, ¿qué es?
El coworking es un espacio de trabajo compartido que surge como respuesta a una evolución del trabajo colaborativo y a la necesidad de una mayor flexibilidad para las empresas.
Se trata pues, de oficinas compartidas en las que los profesionales se dan cita para trabajar, pues no necesitan más que un ordenador portátil, un teléfono y conexión a Internet.
Allí, las empresas pueden crear oportunidades profesionales y una comunidad multidisciplinar de coworkers gracias a la figura del gestor de esos espacios, persona que acelera las dinámicas de colaboración entre los trabajadores, cada uno con diferentes capacidades, servicios y redes de contactos.
Frente a la oficina convencional que todos conocemos, el coworking cuenta con espacios modulables que pueden adaptarse a las necesidades puntuales de los empleados o de sus actividades.
Para qué sirve el coworking
Los autónomos, emprendedores, pymes e, incluso, grandes empresas se están decantando cada vez más por los coworkings para desarrollar sus proyectos.
Por tanto, ante la pregunta de para qué sirven los coworkings o por qué pueden resultar interesantes, las opciones son muchas. Estas son algunas de ellas:
- Participar en un espacio que favorece la generación de proyectos conjuntos y la aparición de nuevas ideas.
- La posibilidad de establecer relaciones con otros profesionales, lo que se conoce como networking.
- Disponer de un espacio para trabajar cómodamente y poder compaginarlo con el teletrabajo.
- Aumentar la productividad laboral y la vida laboral: podemos generar un nuevo sentimiento de pertenencia a la comunidad.
- Ahorro de costes: muchos acuden a este modelo como medida para rebajar costes en las empresas, puesto que reduce los gastos de tener que contar siempre con una oficina tradicional.
¿En qué posición deja el coworking a las oficinas tradicionales?
En realidad, la crisis del coronavirus ha generado un doble efecto. Por un lado, la situación excepcional ha tenido como consecuencia la pérdida de muchos de los clientes que acostumbraban a usar estos espacios (freelance y autónomos), pues la reserva de plazas ha bajado de manera notoria. No obstante, por otro lado, hay mayor variedad de perfiles que confían en los coworkings, un sector que ha tenido que readaptar sus instalaciones para adaptarse a la reducción de aforos y a las nuevas medidas.
En lugar de los alquileres de oficinas convencionales, ahora las empresas buscan soluciones más flexibles, ya que surgen modelos híbridos entre lo presencial y lo digital.
Esta tendencia deja a las oficinas tradicionales en una posición más inestable, aunque sufrieron su etapa más dura durante el confinamiento del pasado año y la situación va recuperándose poco a poco.