En los últimos años las SOCIMI (Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario) han experimentado en España un boom totalmente inesperado desde su aparición en 2009.
Pocos imaginaban que en tan poco tiempo las SOCIMI se convertirían en los protagonistas de la nueva etapa inmobiliaria sobrepasando, en menos de cuatro años, todas las expectativas.
Las SOCIMI, cuyo objeto social es la adquisición, rehabilitación y promoción de inmuebles para su alquiler, son la versión española de los Reit (Real Estate Investment Trust). Los Reit son un vehículo de inversión nacido en los Estados Unidos en los años 60. Entre los activos de una SOCIMI pueden encontrarse no sólo viviendas sino también oficinas, locales comerciales, naves industriales y hasta plazas de garaje, todos para alquiler.
Uno de los factores del éxito de estos vehículos de inversión, es que estas sociedades anónimas disfrutan de un ventajoso régimen fiscal, estando exentas de pagar el impuesto de sociedades. Además, tienen bonificaciones de hasta el 95% en el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Pero a cambio de todas estas ventajas, las SOCIMIS están obligadas a mantener los activos en su cartera durante cierto periodo, destinando al alquiler al menos el 80% de sus activos y con una obligación anual de distribución de dividendos.
Asimismo, estas sociedades están actuando como dinamizadoras del sector, mejorando la liquidez, profesionalizando y flexibilizando el mercado inmobiliario. También han mejorado la transparencia, especialmente en lo que se refiere al análisis y calidad de la información de las transacciones. Otro factor clave de su éxito, es que todas estas sociedades están especializadas en distintos tipos de activos, por lo que pueden llevar a cabo una diversificación de la inversión, especialmente extranjera.
Las Socimi son un negocio joven y con mucho potencial, y que, independientemente de lo que ocurra en los próximos años, se puede afirmar que el período inicial ha sido un rotundo éxito. Muchos países estén analizando el modelo de Socimi “made in spain” para implantarlo en sus sectores.
No cabe duda, que, a pesar de este auge, el régimen de las Socimi ofrece todavía posibilidades de aplicación a sectores no convencionales.