Los polígonos industriales han vivido en primera línea los más de siete durísimos años de crisis, en los que las noticias sobre el cierre de empresas, los ERE o los concursos de acreedores eran diarias. Los complejos empresariales valencianos han visto cómo se reducía la actividad y cerraban muchas compañías, que no eran reemplazadas por nuevos negocios.
Sin embargo, el optimismo comienza a llegar a estos centros de trabajo que, por primera vez, en siete años, han visto crecer el número de empresas instaladas. Las inversiones vuelven a ser un objetivo de los empresarios, que buscan, otra vez, mejores lugares en los que hacer crecer su negocio.
Por ejemplo, el polígono industrial Fuente del Jarro de Paterna (Valencia) ha pasado de 430 empresas instaladas en 2014 a un total de 445 al cierre de 2015. Se trata todavía de un tímido crecimiento, pero significa el cambio de inflexión de un ciclo negativo hacia una evolución en positivo. El objetivo ahora es alcanzar las 500 compañías que llegaron a operar en este polígono en el año 2007.
También el Polígono Industrial Poyo de Reva, en Valencia, ha experimentado durante 2015 un crecimiento en su actividad. Si durante los años de crisis, este centro vio desaparecer al 25% de sus compañías, ahora se encuentra nuevamente al 90% de su capacidad.
Por su parte, el Parque Industrial Juan Carlos I de Almussafes (Valencia), donde se ubica la multinacional Ford, tiene todas sus parcelas ocupadas, según la Federación de Polígonos Empresariales de la Comunidad Valenciana (Fepeval).
Otros polígonos industriales a los que ha llegado la alegría y están aumentando su actividad son el complejo Mediterráneo, en Albuixech (Valencia); Las Atalayas, en Alicante; o el Parque Empresarial de Elche.
Estos signos de crecimiento no se dan todavía en todos los más de 700 polígonos industriales que existen en la Comunidad Valenciana. Por el momento, la recuperación está llegando primero a los grandes complejos, en los que se agrupan sectores industriales o empresariales diversos.
Las naves logísticas de calidad, es decir, de mayor tamaño y servicios adecuados, son las que están resultando más demandadas por los nuevos modelos de negocios. En estos momentos, resulta increíble la situación de los inmuebles logísticos, ya que prácticamente no hay disponibilidad y el mercado necesita que comiencen nuevas promociones.