El sector logístico ha sido testigo del crecimiento frenético del comercio electrónico los últimos años. De hecho, la revolución de esta nueva forma de comprar ha traído consigo la transformación de la cadena suministros tradicional.
Parte de esta nueva cadena logística depende la llamada “última milla” o “Distribución capilar”, nombre con el que se denomina al proceso final de entrega de un pedido al consumidor por parte del partner logístico. Este proceso se caracteriza por: la influencia de las infraestructuras disponibles, la estrategia de distribución y las características del vehículo.
Sin embargo, a pesar de ser el último paso de toda esta cadena y de recorrer pocos kilómetros, es el más importante y el que más problemas presenta para los distribuidores logísticos. Completar la cadena: compra-envío-reparto-recepción, exitosamente requiere de un esfuerzo logístico inmenso. Es por ello, que las empresas del sector concentran todos sus esfuerzos para lograr que tienda vendedores, clientes y operador logístico, salgan beneficiados de esta etapa. Así como la informatización de los procesos, una buena planificación, acordar los puntos de conveniencia para el cliente y el transportista o adecuar las flotas, adquiriendo vehículos más eficientes y menos contaminante, pueden ser de gran ayuda en la potenciación de este proceso.
Pero ¿qué podemos hacer para mejorar este proceso? La respuesta es muy sencilla: invertir en soluciones que ayuden a los partners logísticos a gestionar sus entregas y optimizar el proceso de la última milla.
La última milla esta generando la necesidad de buscar partners con los que crear sinergias o internacionalizando servicios (outsourcing), invertir en herramientas de planificación de rutas y gestión de flotas, tecnología móvil, optimización de la capacidad de los vehículos, invertir en infraestructura logística
Además de todas estas soluciones, en este punto de la cadena logística se están creando nuevas estructuras de entrega que flexibilicen las opciones del consumidor. En España en el último año la gran apuesta han sido los llamados “puntos de conveniencia”. Y ¿en qué consisten estos puntos de conveniencia? Los puntos de conveniencia son comercios donde se depositan los envíos y el cliente puede recogerlos en el momento que mejor le convenga, ofreciendo flexibilidad de horario, seguridad y una mejor experiencia global de compra.
Sin embargo, esta no es la única solución que se esta poniendo en marcha. Durante el 2017, en la península ibérica las principales cadenas de retail han impuesto el llamado “Click&Collect”, es decir, comprar el pedido en el sitio web del negocio y recogerlo en pocas horas en la tienda física.