La crisis del Covid-19 que estamos sufriendo hoy en día, no se limita sólo a lo puramente sanitario, el impacto sobre la actividad económica está afectando en la misma proporción, generando una inseguridad que se propaga entre los inversores y se produce por tanto un desplome de los mercados de forma generalizada.
Como prueba de esto, el Coronavirus está provocando las peores cifras en las bolsas de todo el mundo si los comparamos con las cifras de las últimas décadas. Por lo tanto, surge de inmediato la necesidad de los inversores de acudir a los valores refugio o valores defensivos. Estos valores de los que te hablamos son aquellos valores que en momentos de incertidumbre en los Mercados tienen una probabilidad muy alta de aumentar sus beneficios o por lo menos mantenerlos cuando finalice la situación crítica. El valor refugio por excelencia es el oro, también lo es el sector empresarial de la alimentación, ya que es bien de primera necesidad y así como las compañías ligadas al e-commerce, parece que también están saliendo beneficiadas por la situación.
En estos momentos, muchos inversores, incluso particulares, tienen puestas sus miras en el sector inmobiliario. El inmobiliario es un mercado tangible, que se puede tocar, y ante la incertidumbre y volatibilidad de los mercados financieros, los inmuebles se están convirtiendo en valor refugio de capital. Además, los tipos de interés siguen en niveles tan bajos, que mientras sigan así, aunque haya una corrección en los precios de venta de los inmuebles, se mantendrá el activo como valor refugio.
El apetito inversor pre-covid sigue activo. Tras el parón en la toma de decisiones durante el confinamiento, hemos detectado fuerte interés inversor y determinadas tendencias, en el mercado residencial fuerte demanda por la vivienda unifamiliar en zonas periféricas de las ciudades, en el mercado retail el interés por los activos prime que están saliendo al mercado de la mano de propietarios que necesitan liquidez o inmuebles de bancos que cierran oficinas en localizaciones de primer nivel, que en otros momentos no estarían disponibles, están saliendo al mercado y transaccionándose con rapidez. Y por supuesto en el sector inmologístico que ya estaba “de moda”, la aceleración del e-commerce ha propiciado más demanda, si cabe, de la que existía pre-covid.
Desde INMOKING identificamos oportunidades fuera de mercado exclusivas como valor refugio para nuestros clientes inversores.
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