El fenómeno de las gasolineras low cost

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El alto precio del carburante controlado por un pequeño número de distribuidoras, ha dado paso a la aparición de las gasolineras low cost, denominadas unidades de suministro. Este concepto de gasolinera, ajusta al máximo sus costes de estructura dando el servicio básico para el cliente, minimizando por tanto el precio al que pueden vender el carburante al consumidor final. La aparición de este tipo de negocio, el cual estaba ya implantado pero en cuentagotas y en ubicaciones secundarias, va a provocar que las grandes operadoras tengan que ajustar sus costes y sus márgenes para intentar competir en la guerra de precios que se va a producir en el mercado.

Las nuevas low cost son un concepto similar al antiguo, pero con una mejor imagen y lo que es más importante, con mejores ubicaciones, ya que están buscando parcelas que cumplan los principales necesidades de una gasolinera tradicional, sobre todo en lo que respecta a accesibilidad, visibilidad y paso de vehículos.

Desde el departamento de suelo de Inmoking Real Estate le estamos dando salida a muchos suelos industriales o terciarios, parados desde hace años, con esta fórmula, ya que hemos firmado 15 ubicaciones para diferentes operadores en lo que va de 2013. Algunos de estos operadores, son grupos que buscan implantar su marca en el mercado, y otros para pequeños inversores que han visto en los excesivos precios del carburante un hueco de mercado para crear un buen negocio donde rentabilizar su dinero. Se trata de una excelente oportunidad para los propietarios de suelo, ya que es el operador quien corre con toda la inversión necesaria para habilitar el suelo a su negocio, sin tener que correr riesgo alguno por parte de la propiedad, la cual se quedará, una vez extinguido el contrato de arrendamiento, con un solar con una inversión realzada y un negocio en funcionamiento.

La salida de un real decreto por parte del estado en el cual se liberaliza la implantación de este tipo de actividades, la cual estaba anteriormente muy acotada, hace que cualquier suelo de uso industrial o terciario, sea apto, a nivel de ordenanzas, para la implantación de este tipo de actividad, por lo que facilita mucho dicha implantación. La superficie mínima necesaria para dicha implantación, está alrededor de los 600 m², siendo la óptima de 1.000 m² y pudiendo llegar a los 1.500m²-2.000 m².

Si usted es propietario de un suelo industrial o terciario, póngase en contacto con nosotros y rápidamente le diremos si su suelo es apto o no para encajar a uno de estos operadores, ya que, después de nuestra dilatada experiencia en este tipo de operaciones, conocemos perfectamente las necesidades de los diferentes operadores del sector.

Jose Manuel Costa – Director Departamento de suelo InmoKing Real Estate