En los últimos años hemos sido protagonistas de una gigante oleada de información. Cada vez más, nos comunicamos y consumimos a través de dispositivos digitales conectados a Internet. Todas estas acciones, hace que se generen enormes volúmenes de datos que podrían analizarse para obtener información clave para las empresas o negocios.Todo esto se llama Big Data, un concepto muy de moda en el mundo digital, y no es más que la gestión y análisis de grandes volúmenes de datos que se pueden tratar de manera convencional.
La demanda de información estructurada y el aumento de la velocidad en la toma de decisiones de inversión, hacen del sector inmobiliario un campo propicio para que el Big Data provoque un cambio determinante en este sector. La reciente crisis económica ha puesto sobre la mesa la necesidad de evitar burbujas inmobiliarias, tráfico de información privilegiada y operaciones de alto riesgo sin un respaldo documentados.
Por este motivo, el uso de los análisis de grandes cantidades de datos en tiempo real, se hace imprescindible tanto para fondos de inversión, consultores, como para promotores, agencias inmobiliarias y particulares que se juegan la inversión más importante de sus vidas.
A través del Big Data se obtiene toda la información del mercado, que una vez filtrada ayuda a la predicción de tendencias de futuro y, por tanto, a decidir sobre las inversiones para evitar riesgos. También se puede saber cuántas viviendas y de qué tipo se ofertan o venden, en una localización determinada y con unas características de entorno urbano rentables, en un mercado determinado y a tiempo real.
Para una agencia inmobiliaria, el Big Data prioriza los inmuebles a captar y clasifica los activos para dar salida a los más rentables con mayor rotación. Es capaz de conseguir el tiempo estimado de venta de un activo bajo determinados precios. Además, se puede obtener tanto la evolución como la dinámica en tiempo real de los precios de los inmuebles segmentados.
Objetivo de la inclusión del Big Data en el mercado inmobiliario
El sector inmobiliario siempre está en un constante debate de cifras y fuentes de información que a menudo de coinciden. Los promotores, las agencias inmobiliarias, los consultores y demás empresas, utilizan en sus análisis fuentes y enfoques distintos.
La meta del considerado “petróleo del siglo XXI” es la de dinamizar este mercado. Estas empresas pueden ofrecer toda esta información concentrada, localizada y con un análisis comparativo que ayude a la toma de decisiones y entender la ciudad de forma localizada y segmentada. Esto permite encontrar nichos de mercados más rentables. Por lo tanto, el uso de esta tecnología digital supone una mejora en la productividad.
La analítica de datos es algo muy presente en muchos sectores. La podemos encontrar en el sector sanitario, partidos de fútbol y equipos. En definitiva, el Big Data podría ser clave para el futuro de las inversiones inmobiliarias y el marketing inmobiliario.