En el continente europeo, más del 80% de la población vive en zonas urbanas y se espera que para 2030, 3 de cada 5 habitantes vivan en una gran ciudad. Esta situación unida a la consolidación del comercio electrónico, dan lugar un escenario desconocido donde la logística del futuro debe plantarse nuevas opciones para lograr proveer con éxito a millones de personas, sin grandes repercusiones medio ambientales.
La logística urbana es el eslabón de la cadena del transporte de mercancías que se sitúa dentro de la ciudad. Su actividad comprende los movimientos derivados del desarrollo comercial de las metropolis, así como el almacenamiento y suministro de los productos en ellas. Cabe destacar, y según expone el libro Logística Urbana. Ciudad y Mercancía, que «la operatividad asociada a esta actividad tiene un impacto sobre la movilidad de la ciudad y sobre el coste global de la cadena logística para los operadores». Y es gracias a esto, que esta logística del futuro se enfrenta a tantísimos retos centrados en mejorar los procesos. Por este motivo, la logística urbana debe buscar diversos métodos eficientes para paliar estas situaciones, siempre optimizando lo máximo posible la distribución.
Esto lo hace a través de rutas de distribución más fáciles y mejores, recorridos alternativos, nuevos horarios de descarga, instalaciones compartidas y acuerdos cooperativos, tiempos de entrega e planificar buenos enlaces entre zonas de producción, zonas logísticas y zonas de entrega.
Es en este momento donde entra en juego el entorno inmobiliario y urbanístico. Los espacios de almacenamiento y distribución de mercancías, las instalaciones de transbordo, los centros de consolidación de uso compartido, las instalaciones locales para la “última milla”, los edificios de varias plantas y las instalaciones subterráneas son y serán las instalaciones logísticas se convierten en las instalaciones logísticas protagonistas de la inversión y, por ende, las más demandas.
Otra necesidad que suplir, es el descubrimiento de nuevos modelos de logística urbana que sean sostenibles y potencien la eficiencia, al tiempo que reducen los efectos adversos sobre el medio ambiente o la sociedad misma. Para conseguir superar este reto, el desarrollo tecnológico será primordial.
Los almacenes continuarán teniendo una importancia crítica para lograr una logística urbana eficiente, por ello es necesario invertir en locales que se encuentren ubicados cerca de las urbes, ya que un centro logístico a larga distancia incrementará los costes y las emisiones.
Las claves de la logística urbana del futuro
La logística urbana del futuro continuará trabajando para implementar estrategias lo suficientemente innovadoras, que permitan ahorrar en costes, mejorar la eficiencia y satisfacer la demanda de los clientes más eficientes. Todo esto se verá enmarcado por el aumento de digitalización y la aplicación de tecnología puntera.