Una nave industrial es un inmueble que aloja en su interior la producción y el almacenamiento de los bienes industriales, trabajadores, transporte interno y productos de una empresa.
Este tipo de espacio esta preconcebido como el típico inmueble industrial que tiene como única función que la de almacenar productos. Lo cierto, es que las naves industriales se han convertido en un activo muy valioso a nivel inmobiliario en los últimos años, lo que confirma que este tipo de inmuebles tienen mucha vida más allá del aspecto netamente industrial.
Una nave industrial puede ser el lugar ideal para la instalación de oficinas o estudios. Al poseer un espacio bastante amplio, se pueden crear espacios abiertos de trabajo y hasta estancias cerradas para zonas de reuniones, de recreo y de aseo. Además, estos lugares son adecuados para guardar vehículos o maquinaria especial, debido a que las condiciones de seguridad de estas naves permiten mantenerlos en perfectas condiciones.
Por ser sitios bastante discretos, se suelen utilizar como centros de datos, para la localización de servidores informáticos o como oficinas de respaldo para situaciones de crisis o localización de caja para grandes empresas y entidades financieras. También muchos centros comerciales o centros de ocio son construidas en este tipo de instalaciones.
Una de las principales ventajas de estas edificaciones es que se puede controlar fácilmente, la temperatura del interior del recinto, lo que resulta muy adecuado para el almacenamiento de determinados productos o actividades productivas concretas como la alimentaria.
Otro de los usos alternativos de estos espacios se centra en el auge de la venta online. Una nave industrial sirve para almacenar y distribuir los productos al cliente que los solicita, ahorrando en costes de compra al proveedor y de transporte.
Hoy en día muchas empresas y negocios están instalados en este tipo de inmuebles gracias su potencial ventajas estructurales. Una nave industrial es perfecta para todo.