España sigue siendo el país del sur de Europa más atractivo para invertir gracias a su beneficioso entorno macroeconómico. El Brexit, los atentados de París o la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos han sido detonantes para que los actores del mercado de inversión inmobiliaria se centren en nuestro país.
La inversión de 2016 es equivalente a lo que se invertía en 2005 y 2006, por lo que nos encontramos en unos niveles muy altos, los cuales confirman que España continúa siendo un territorio atractivo por el crecimiento de las rentas.
Las favorables condiciones monetarias y los fundamentales del mercado han empujado el sector. El crecimiento económico, el crecimiento del consumo y el turismo han contribuido a empujar los distintos segmentos del inmobiliario. Eso sí, será necesario prestar atención al desarrollo del mercado inmobiliario hasta el 2018, ya que existe un riesgo de saturación de mercado.
Los inversores extranjeros seguirán siendo el motor del mercado de inversión este año
España sigue siendo foco de inversión para extranjeros y para los inversores nacionales que pretenden crecer gracias a su transparencia y liquidez. Aunque han sido dos años con cifras récord de inversión, el 2017 que consolidará el crecimiento del mercado español de inversión inmobiliaria.
El mercado español se enfrenta a un importante reto que combatir los próximos años, como es la falta de producto de calidad existente para atender toda esta demanda. Es cierto que en ciertas regiones españolas se ha incrementado la oferta notablemente pero todavía es insuficiente para atender la demanda que existe en todas las áreas.
Los inversores que han optado por invertir en oficinas, se empiezan a decantar por el segmento residencial y los activos alternativos, acompañados de otros segmentos como centros comerciales, activos logísticos, hoteles y locales comerciales en zonas primer.
Las oficinas y los centros comerciales han sido los dos segmentos preferidos para invertir en 2016, sumando casi el 70% de la inversión realizada en el inmobiliario comercial. Una tendencia fuerte a invertir en centros comerciales en toda España. Otros centros no tan grandes, pero dominante, también están atrayendo el interés de los inversores de valor añadido que los están comprando para reposicionarlos.
El High Street está siendo un objeto de deseo de los fondos de inversión y de inversores más institucionales, que tradicionalmente venían comprando las family offices nacionales, y lo hacen con tasas de rentabilidad muy agresivas.
El sector hotelero y los vinculados a los residencial, como residencias de estudiantes y para mayores, son los preferidos este 2017. La atracción por las residencias de estudiantes se basa en que España es uno de los destinos favoritos para los estudiantes del continente europeo.
El aumento del turismo en el país, ha empujado el mercado de inversión en apartamentos turísticos.
Barcelona y Madrid son los principales focos de inversión, esto provoca que el precio de los activos se incremente. Los motivos del aumento de precios son la revitalización de las zonas y los cambios generacionales. Otro punto, es que Madrid y Barcelona son líderes en el mercado inmobiliario de lujo. La mayoría de inversores en Madrid proceden del América Latina, mientras que los europeos y asiáticos prefieren Barcelona. Según el informe “Tendencias del mercado inmobiliario en Europa 2017” realizado por PwC y Urban Land Institute, la capital ocupa el puesto 9 y por su parte, Barcelona ocupa el 16.
Factores que impulsarán el mercado de inversión inmobiliaria en los próximos años
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Crecimiento económico
Este año las estimaciones sitúan el crecimiento económico en un 2,5%, acompañado de un descenso del desempleo, lo que supone un aumento de la demanda de vivienda.
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Mejoras en las condiciones de financiación
Los tipos de interés continuarán a la baja hasta finales de este año.
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Alquileres más rentables
Los inversores vuelven a fijarse en el alquiler de vivienda, ya que resulta más rentable.
2017 es el año de la rehabilitación y promoción de activos, terciarios y residenciales. La demanda de vivienda continuará en aumento en durante el año en curso con algunas excepciones. Una de ellas es la incursión de los jóvenes a su primera vivienda. Además, vuelve a surgir el comprador que quiere adquirir una vivienda para poder venderla a un precio más elevado y, por último, el inversor que desea alquilar y aumentar la rentabilidad.