En los últimos años se han convertido en los principales jugadores del mundo inmobiliario y financiero español. Sociedades encargadas de gestionar las copiosas carteras inmobiliarias e hipotecarias de los bancos y de las antiguas cajas.
Los servicers son plataformas de comercialización de activos inmobiliarios creadas por la banca para gestionar la indigesta carga del ladrillo y créditos problemáticos que comenzaron a absorber al estallar la crisis, es decir son los actores principales en el sector gracias a la gestión y promoción de obra nueva de miles de viviendas.
Las firmas han tenido una influencia positiva en la gestión de hipotecas residenciales y activos adjudicados desde que entraron en el mercado español hace alrededor de tres años, y seguirán en esta misma sintonía porque resultan ser más eficientes que la banca. Alrededor de 20.000 millones de euros de créditos impagados o en riesgo de estarlo están bajo administración de servicers y sus acciones permitirán una buena evolución del mercado a medida que los bancos continúen externalizando los negocios no básicos.
Estas plataformas impulsan las promociones de viviendas aprovechando la recuperación del sector en las zonas con demandas, y también crece en alquiler.
Los servicers pueden ser de dos tipos: Los que gestionan activos para la banca como servicio externo y los que han comprado los activos a los bancos. Actualmente existen seis únicas firmas: Servihabitat, creada por Caixabank y controlada por el fondo Cerberus; Haya, creada por el fondo Cerberus para gestionar la cartera de Bankia y Cajamar; Altamira, creada por el Banco Santander y vendida al fondo Apollo; y Solvia, la plataforma del banco Sabadell. También se destaca Anida, la inmobiliaria de BBVA, o Aliseda, creada por el Banco Popular.
Estas plataformas ofrecen un servicio integral que va desde el cobro del préstamo, el recobro de la deuda, el apoyo en su reestructuración o la recuperación de los activos a la desinversión, bien con la venta de carteras de deuda, o la ejecución de las garantías para las ventas de los inmuebles. En definitiva, estas firmas se han convertido en una herramienta primordial para reducir el ladrillo del balance de la banca.
Servicios que prestan los servicers
1. A otras entidades financieras:
- Recuperación del inmueble.
- Toma de posesión del inmueble.
- Toma de datos del inmueble.
- Saneamiento judicial y físico.
- Mantenimiento del inmueble.
- Tasas e impuestos.
- Gestión de inquilinos.
- Valoración de la cartera.
- Comercialización de un inmueble y captación de potenciales compradores.
- Reporting de la situación de la cartera.
2. A fondos de inversión:
- Detección de posibles carteras de inmuebles a la venta.
- Due Diligence.
- Proceso de compra.
2017, el año de consagración de estas plataformas
La clave en el negocio de los servicers es la profesionalización. Este año deberán ganar volumen para rentabilizar costes, lo que empujará a las firmas a concentrarse y a internacionalizarse hacia mercados potenciales como el griego, el italiano y el portugués. Esto es debido a que España va cuatro a cinco años adelantada en materia de reestructuración a los mercados inmobiliarios vecinos.
Estas plataformas son un apoyo clave para la banca y aunque el ritmo de ventas se mantendrá en los niveles actuales la banca irá rebajando el ritmo de absorción de activos problemáticos.
¿Qué sucederá en los próximos años con las servicers?
Los expertos en este sector auguran fusiones entre estas plataformas en los próximos años, conforme los bancos se van desvinculando de estas empresas y los nuevos inversores buscan economías de escala con las que reducir costes.
Además, el distanciamiento de la banca obliga a estas plataformas a buscar nuevos clientes y a elegir entre ofrecer servicios inmobiliarios para terceros o convertirse en inmobiliaria.